El gresite se compone de piezas de mosaico vítreo de pequeño formato que pueden colocarse en paredes y suelos. Además, es menos resbaladizo que las baldosas cerámicas, ya que las numerosas juntas que se rellenan con mortero, constituyen un efectivo antideslizante. Los expertos aconsejan rellenar las uniones entre las piezas con una mezcla que incluya resinas plásticas para evitar que se ennegrezcan y deterioren a corto plazo.